Todos creemos que nuestra vida ha de ser algo perfecto y ordenado. Que tenemos derecho a rebelarnos por los errores cometidos. Pero la Naturaleza siempre nos sorprende gratamente. Y dar la espalda a la luz del Sol significa vivir eternamente en el agujero negro de la ignorancia.
Saber conciliar el Pasado con el Presente es fundamental para seguir la órbita que queremos trazar y que continuamente otras personas se empeñan en corregir.
Por eso es necesario a veces alejarse del mundanal ruido para poder escuchar nuestra propia voz. Caer en coma para contar los latidos del corazón y sentir que la importancia de cada instante no la marcan las agujas del reloj ni las hojas del calendario.
Respetando a la Naturaleza y el sentido en el que el Mundo gira podremos vivir en Paz.
Porque ella se encarga de girar para mostrar cada día el Sol y las Estrellas a pesar de la guerra.