Puedes marcharte al fin del mundo si quieres, pero el amor te seguirá hasta allí. No es ni un lugar ni un recuerdo, no tiene nada que ver. El amor es algo que uno lleva dentro, algo que solo tú puedes sentir, porque tu amor es tuyo. Jamás podrás dejarlo atrás. Puedes cruzar el país de punta a punta, atravesar océanos o viajar hasta la luna y ese amor seguirá ahí, acurrucado en un rincón oscuro de tu corazón esperando a que lo aceptes.