En busca de la felycidad

Rellena un boleto que dé lugar al siguiente. No metas a nadie en algo solo para sacar tajada. Porque si lo haces, será el último negocio que consigas de esa persona»

La volatilidad y el cambio habían sido los lemas de mi vida. Si algo había aprendido era que nunca es el fin del mundo, independientemente de lo sombrías que puedan ser las cosas. Lo que esto también mostraba en ese momento era que apenas había alguien a mi alrededor que de verdad supiera algo. Resultaba sorprendente. Hablaban con aires de superioridad, como si lo supieran todo, pero a fin de cuentas nadie tenía una pista en cuanto a lo que el mercado iba a hacer en realidad

Esa es mi nueva filosofía: dondequiera que estemos, estamos, y aquí es donde nos encontramos ahora, y sacaremos el mejor provecho de ello

Independientemente de lo que tuviera en el bolsillo, de lo que costara mi traje, nadie me impediría actuar como si fuera un ganador. Nadie me impediría que actuara como si mis problemas estuvieran todos en el proceso de resolverse. Muy pronto, actuar como si algo fuera realidad llegó a ser tan convincente que empecé a creer en mí mismo. Empecé a pensar de manera futurista, como si ya hubiera pasado el examen, sopesando lo que ocurriría a continuación

No es que sintiera lástima de mí mismo, porque eso no me iba a ayudar. No obstante, tenía que enfrentarme a los hechos: no había plan de apoyo ni red de seguridad, nadie que necesitara que yo tuviera éxito para darle una mejor imagen. Todo tenía que ver conmigo mismo

nadie puede quitarte tu legitimidad ni dártela si no la reclamas para ti

Durante los dieciocho primeros años de mi vida fui mi propio guía al no tener padre, creyendo que mi responsabilidad fundamental consistía en proteger a mi madre. Al no haber logrado proporcionarle esa protección eliminando a Freddie, ahora había llegado el momento de entregarla amorosamente a la seguridad de las manos de Dios y salir en busca de la felicidad, que era lo único que mi madre quiso siempre para mí

años. La quietud había sido mi refugio y mi defensa. Incluso después, siendo ya adulto, saldría adelante quedándome quieto. Muy quieto. No fue algo con lo que me sintiera siempre bien, pero es a lo que acudo cuando hay demasiado caos a mi alrededor, cuando parece que el mundo se está desmoronando, cuando de repente temo que algo o alguien que me importa me sea arrebatado en un abrir y cerrar de ojos.
Me quedo quieto

Aunque mis preguntas continuaron mientras esperaba que llegara la aclaración por sí sola, regresé a mi trabajo de intentar ser tan feliz como pudiera, una tarea que en principio no parecía difícil

La riqueza también puede incluir esa actitud de gratitud con la que nos recordamos a nosotros mismos que contemos nuestras bendiciones