Música Para Camaleones

la diferencia entre escribir bien y el arte verdadero; es sutil, pero brutal. ¡Y, después de aquello, cayó el látigo!

Dejé de serlo cuando averigüé la diferencia entre escribir bien y mal

Pero, por supuesto, yo no lo sabía.

da un látigo; y el látigo es únicamente para autoflagelarse.

Entonces, un día comencé a escribir, sin saber que me habla encadenado de por vida a un noble pero implacable amo.

Empecé a escribir cuando tenía ocho años: de improviso, sin inspirarme en ejemplo alguno.

Cuando Dios le entrega a uno un don, también le da un látigo; y el látigo es únicamente para autoflagelarse.

Entonces, un día comencé a escribir, sin saber que me había encadenado de por vida a un noble pero implacable amo. Cuando Dios le entrega a uno un don, también le da un látigo; y el látigo es únicamente para autoflagelarse