El pasado anda atrás de nosotros

Tenía que aprender a dejar de ser hijo.

Tenía que aprender a dejar de ser hijo antes de que fueran mis papás quienes nos dejaran.

Quizá el tratamiento de mi mamá pudiera esperar un poco y muy probablemente íbamos a encontrar la manera de pagarlo

Pero nada de eso sucedió, porque la vida no era así o, para ser exactos, la vida no era así en México

Pues ya veremos –dijo Ángel–, la cuestión es que mi mamá esté tranquila, porque lo suyo tiene un componente emocional muy fuerte, en cuanto se estresa o se pone nerviosa se siente peor, no sabes cómo ha estado estos días, apenas podía levantarse de la cama por el dolor

No sé –contesté–, creía que podía recuperar el dinero.

–¿Cómo? –preguntó.

–No sé –repetí

Te estuve llamando, pero no contestabas.

–Yo creo que a esas horas ya andaba de trip –dijo Luis

No te preocupes por el dinero –me susurró al oído–, luego hablamos

habrían tenido antes, mientras yo permanecía inconsciente.

–Voy a ir a darles las gracias –dijo mi mamá

Los que la llamaron sí fueron los de la tienda de celulares –les explicó mi hermana a los demás, retomando una conversación que

Mi mamá se puso a llorar de nuevo, imaginando la posibilidad de que no me hubieran trasladado oportunamente al hospital y hubiera fallecido